Anukia / Calzado Artesanal

Paola Klug ☾Bruja Morena ☽

Antes de cualquier otra cosa debo contarles una historia:

Érase una vez un niño llamado Juan y una niña llamada Anna que compartían la misma escuela primaria. Juan estaba secretamente enamorado de Anna y muy probablemente a la pequeña Anna también le gustaba Juan; una vez mientras ambos participaban en el clásico chismógrafo escolar, Juan confesó su amor por Anna pero usó un nombre «clave» que solo él entendía para referirse a ella: «Anukia»

Pasaron los años y Juan y Anna tuvieron que separarse para continuar cada uno con sus vidas; fueron a otras escuelas, tuvieron otros romances y no fue hasta muchos años después que por casualidad volvieron a encontrarse, pero esta vez Juan pudo decirle a Anna lo que siempre sintió por ella y ella le correspondió…

Bien lindo ¿no? pues así empieza la historia de Anukia.

Ya como novios, Juan y Anna viajaron a Talpa…

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A veces.

Love will tear us apart...

A veces uno amanece con ganas de comerse al mundo, con un poder enorme, con ganas de vivir…Y otras veces el mundo se lo come a uno, llevándose consigo las ganas, el poder, los motivos; y cuando uno ya no encuentra motivos, se deja ir a la nada, y solo existe por existir, sin motivos, sin ganas, esperando algo o a alguien que le devuelva lo que el tiempo y la vida le quitó. En mi experiencia, nada vuelve a ser igual, todo se torna peor, he aprendido que mi mejor compañero es mi cigarrillo de medianoche, pero sigo albergando la esperanza de que alguien me arregle… Algún día, en alguna vida.

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¡Adelante! ¡Destrúyete!
Toma uno y préndelo. Aspira lenta y profundamente, y finge que te salva, que los problemas desaparecen poco a poco de tu vida, que ese sentimiento relaja te es real y perdurará.
Toma otro, y siente cómo el humo llena lentamente tus pulmones, y cómo las sensaciones se extienden a lo largo de todo tu cuerpo, imagínate que al sacar el humo, sacas con él todas las preocupaciones que te estaban asfixiando, cómo por unos cuantos minutos puedes ser tú y sólo tú en el mundo.
Uno a uno, adormécete, engáñate. Enciérrate en ti. Ve guardando esos momentos sólo para ti, sé sólo tuyo, aléjate de todos, y finge que en realidad crees que no los necesitas, que cuando te falta el aire no puedes echarles la culpa. Y realmente no puedes, porque es tuya.
Pero algún día Encontrarás a alguien que te ayude a entender que no es eso lo que te hace sentir bien. Todo lo que necesitas está en ti. Sólo necesitas a alguien que esté dispuesto a entrar en ti, explorarte, y encontrar esas cosas que te saquen a flote.

Petición prematura:

No te vayas. 

Camina conmigo, descubre cómo de repente pierdo el equilibrio. Date cuenta de cómo algunas veces pierdo mi camino y empiezo a zigzaguear.

Toma mi mano, incluso aunque sude, y date cuenta de lo cálido que haces que mi corazón se sienta.

Mira mis ojos, pero eso ya lo haces, y sé lo que te dicen cuando me miras con esos ojos que me dicen que todo va a estar bien. No dejes de mirarme.

Sonríe, mi mundo se ilumina cuando lo haces, y una cosquillas comienza en mi estómago y sube por mi cuerpo hasta convertirse en una sonrisa que es muy tuya, que tú provocas y por la que al mismo tiempo sonríes.

Abrázame, muy fuerte abrázame, como si nada más importara, como si en el templo de tus brazos yo pudiera estar resguardada por el resto de los días, hasta el fin de los tiempos.

Bésame. 

Cuando tus labios chocan con los míos, bailan y encuentran su propio ritmo, y la melodía que crean es lo mejor que he escuchado nunca. Melifluo, le dicen.

Cuando me muerdes, mi corazón se detiene un segundo, y no puedo hacer más que sostener mi respiración y aferrarme a tu cuello.

Nuestras respiraciones se escuchan por sobre todo el ruido.

Encontramos nuevas formas de comunicarnos, y yo quiero encontrarlas todas.

Por eso quédate. Incluso si llueve, o hace calor, incluso si el frío nos quema, quédate.

Quédate.